Los últimos avances en la neurociencia cognitiva están contribuyendo a entender mejor cómo la estimulación ambiental es capaz de influir en la actividad cerebral, no solo del adulto sino también del niño/a y del adolescente (Glannon, 2014). Hoy día tenemos clara la importancia de cómo una adecuada estimulación ambiental temprana, reglada, regular, diaria y sistemática con una determinada frecuencia, intensidad, repetición y sincronización de patrones estimulares sencillos induce el crecimiento dendrítico y aumenta el número de conexiones sinápticas entre las ya existentes. Todo ello mejora el desarrollo del cerebro hasta un nivel óptimo.

El programa HERVAT trata de preparar distintos circuitos cerebrales para optimizar su acción y de transmitir hábitos “neurosaludables”.

Nosotros trabajamos el HERVAT siempre después de la relajación para fomentar la actividad y concentración para la última 1´5h de clase.

HERVAT

Navegación de la entrada


Deja un comentario

Follow by Email
Instagram
Telegram
WhatsApp
%d